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¿Qué vive en la boca?
Lunes, 29 Abril 2019

En la cavidad oral habitan una gran cantidad de microorganismos que se ubican en la superficie dentaria, lengua, carillos, paladar, en fin, en todas las estructuras que la conforman. No todos son patógenos; algunos están presentes antes de la erupción del primer diente y otros desde el nacimiento.

Realmente en la boca existe un ecosistema muy peculiar: dientes, espacios interdentales, paladar, lengua, carillos, donde se aloja y adhiere la microflora.

-         Saliva, glóbulos blancos, fibras de origen alimentario; que actúan como guardianes.

-         Microorganismos patógenos y no patógenos, que forman parte de la flora bacteriana oral.

Al conjugarse todos estos factores tenemos una realidad que da miedo; las bacterias con su rápida y efectiva capacidad de reproducirse, la gran cantidad de lugares donde pueden esconderse y adherirse estos microorganismos, creándose así la placa bacteriana, una de las principales causas de las caries y la enfermedad periodontal.

La saliva entre sus múltiples funciones tiene la de arrastrar las bacterias; cada vez que de las glándulas salivales sale un chorro de saliva éste se lleva consigo todos los microorganismos que estén en su recorrido, limpia las superficies que toca, evitando que se adhiera la placa bacteriana. La saliva cuenta en su composición con enzimas que atacan las bacterias y por tanto disminuye la cantidad de estas.

Los alimentos fibrosos como los mangos, piñas, caña, entre otros, actúan como lo haría el hilo dental en la superficie interdentaria, eliminando restos de alimentos y placa bacteriana o biofilm que se encuentran en esa zona.

Las bacterias que forman el biofilm se alimentan de los azucares que están presente en la saliva, sobre todo después de ingerir carbohidratos; esta acción crea acido, el cual ataca la superficie dentaria y produce la caries.

El streptococcus mutans, una de las bacterias presente en la cavidad oral, es capaz de producir en poco tiempo una gran cantidad de ácido y por tanto mayor descalcificación dentaria; esta misma bacteria al alojarse en la membrana que cubre al corazón, pericardio, ocasiona un proceso bacteriano que afecta la salud cardiovascular del individuo. De ahí la estrecha relación de salud oral y corazón.

Las bacterias que se alojan debajo de la encía libre, dan inicio al proceso de la enfermedad periodontal; pasando de gingivitis a periodontitis. Caracterizándose por sangrado espontáneo, mal aliento, cambio de coloración en las encías, y pérdida de las estructuras de soporte de los dientes.

Todo este micromundo es posible mantenerlo a raya con simples, pero importantes medidas, que requieren disciplina por parte del paciente, como son:

- Correcta higiene oral después de cada comida y antes de acostarse.

- Alimentación sana y baja en azucares.

- Visitas periódicas al dentista.

 

Recuerde que prevenir es más fácil que curar.

 

¡Consúltenos!

¿Quiste o un absceso periapical?
Lunes, 08 Abril 2019

El quiste radicular es benigno, varía en tamaño y ubicación, y es el más común de los que se presentan en la cavidad oral. Si está situado en el área de alrededor de la raíz dental se puede confundir con una lesión periapical de origen infeccioso.
En el diagnóstico de ambas lesiones, la historia clínica, la experiencia del profesional de la salud oral y el estudio radiográfico juegan un papel determinante. Características como el tamaño y la ubicación de ambas lesiones son parte importante en el pronóstico y plan de tratamiento.
El quiste es una pequeña bolsita llena de líquido o una sustancia un poco densa, la cual puede estar infectada o no; sin embargo una lesión periapical de origen pulpar es infecciosa.
El plan de tratamiento va a variar dependiendo de las condiciones y características propias de cada caso y paciente. En más de una ocasión será necesario realizar una endodoncia, y la misma debe ser ejecutada por un profesional capacitado.
La pulpa dental es el nervio del diente, es decir, el tejido que le da las características de sensibilidad y dolor. Una vez es afectada, ya sea por un trauma o caries, es una pulpa infectada, por lo que debe ser extirpada y realizarse el tratamiento endodóntico.
La presencia de un proceso infeccioso periapical implica que el tejido pulpar está infectado y necrótico, sin embargo no es así cuando se está ante el diagnostico de un quiste.

El tratamiento endodóntico se va a realizar en una o varias citas, ese plan de tratamiento depende de diferentes variables y lo determina el endodoncista junto al paciente. Luego de finalizado este, se debe reconstruir la pieza dentaria.

Ambas lesiones afectan el tejido que está alrededor del o los dientes involucrados, especialmente ocasionando pérdida ósea. Este factor debe ser tomado en cuenta para la planificación del tratamiento a seguir.
En ocasiones es necesario colocar hueso en el área con el objetivo de acelerar la recuperación y garantizar la permanencia de la pieza (o las piezas) en la boca.

Los principales signos y síntomas de una lesión periapical son: mal aliento, variación en el sentido del gusto, abultamiento en el área radicular de uno o más dientes, molestia a los cambios térmicos, dolor espontáneo o al masticar, entre otros.

El quiste en sus inicios no presenta signos y síntomas, en ocasiones -y con el transcurrir del tiempo- pueden provocar molestias, dolor y desplazamiento dentario. El tratamiento a realizar es la eliminación del mismo.

Un quiste dental puede ser diagnosticado en su primer estado gracias a los estudios radiográficos; de aquí la importancia de la visita periódica a su odontólogo.

Ambas lesiones, luego de diagnosticadas no deben permanecer en boca; en el caso de los quistes deben ser eliminados.
El plan de tratamiento varía de un paciente a otro y va desde la receta de medicamentos a una fase quirúrgica.
Recuerde, tanto la prevención como un tratamiento en el preciso momento evitan complicaciones. ¡Consúltenos!

Amígdalas y salud oral
Lunes, 25 Marzo 2019

Las amígdalas están ubicadas detrás de la garganta. Son dos, una a cada lado, y forman parte del sistema linfático del ser humano, por tanto ayudan en la prevención de las enfermedades, ya que impiden el paso al organismo de gérmenes patógenos que se encuentran en la boca.
En la cavidad oral conviven regularmente una infinidad de microorganismos, patógenos y no patógenos; sencillamente es la puerta de entrada al resto del cuerpo humano. Funciones tan simples y comunes como alimentarse, hablar, besar… implican en ocasiones la variación de esa flora microbiana.
Las amígdalas tienen una ubicación privilegiada que las hace ser la primera línea de defensa con que cuenta el cuerpo, ellas evitan que un gran número de organismos patógenos pasen al interior del cuerpo humano y se desencadene un proceso infeccioso.

Amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, ya sea por causa viral, bacteriana o por fuertes y repentinos cambios de temperatura. Es muy común en la población, tanto en niños como en adultos.

 

Las enfermedades orales más comunes, que son la caries y la enfermedad periodontal, aumentan la cantidad de bacterias en la boca, por lo tanto, la presencia de estas incrementa el riesgo de padecer amigdalitis.

Ese proceso infeccioso se caracteriza por dolor localizado en el área de la garganta, dificultad para tragar, cambio del sabor de los alimentos, mal aliento, fiebre y malestar general.
Las amígdalas se tornan rojas y cubiertas por una placa blanquecina.

La amigdalitis como tal no es una enfermedad infecto-contagiosa, sin embargo, los virus y bacterias que la originan sí lo son, por lo tanto deben tomarse medidas preventivas para evitar que todo el círculo de personas que comparten con el enfermo terminen con amigdalitis.
Hay medidas sencillas que son altamente efectivas. Separar los cubiertos del enfermo y evitar que su cepillo dental esté en contacto con el resto de los cepillos de la familia, son algunas de las recomendaciones.
Una correcta higiene oral previene las caries y la enfermedad periodontal, disminuyendo así la cantidad de organismos patógenos en boca y, por tanto, las posibilidades de padecer de amigdalitis.

En ocasiones es el odontólogo quien le da la voz de alerta al paciente de que debe visitar al otorrinolaringólogo, ya que observa unas amígdalas inflamadas, rojizas y cubiertas de placa blanquecina.
El otorrinolaringólogo es el especialista que dicta las pautas a seguir como el tratamiento, y debe ser respetado por el paciente. En otros casos, el médico refiere al paciente al profesional de la salud para la eliminación de focos infecciosos en la cavidad oral.

Las apariciones de amigdalitis de formas repetitivas y con corto periodo de tiempo entre sí, así como la magnitud del evento, influyen en que sea necesario el tratamiento quirúrgico.

Tal y como se había mencionado, las amígdalas son los primeros soldados en la batalla de mantener la salud, ante su ausencia, el paciente pasa a ser más vulnerable ante las enfermedades. Por otro lado, mantener unas amígdalas con continuos procesos infecciosos no es saludable para el individuo.

Una vez más, la prevención toma un papel estelar en el bienestar y la salud. Higiene, sana alimentación y visitas periódicas al profesional médico son valiosas herramientas para vivir saludable.

Recuerde que el cuerpo humano es un engranaje de piezas que funcionan en conjunto, de ahí la estrecha relación de la salud oral y la general.

Mujeres y el cuidado de su salud oral
Lunes, 11 Marzo 2019

Generalmente la mujer dedica más tiempo a su cuidado y su apariencia personal que el hombre; ella procura llevar una dieta saludable, acude con mayor regularidad a sus citas médicas y sigue las instrucciones y prescripciones que le dicta el médico. Sin embargo, en el área de la salud oral varios factores predisponen a la mujer al deterioro de su salud oral con relación al hombre.
Fuertes cambios hormonales marcan la vida de la mujer: la menarquia, el periodo de ovulación, la menstruación, la adolescencia, el embarazo, post-embarazo, pre-menopausia, menopausia y post-menopausia. Estas afectan la salud de las encías, predisponiendo a la enfermedad periodontal.

Durante el embarazo suele aparecer el granuloma piogénico o tumor del embarazo, caracterizado por un agrandamiento del tejido conectivo en el área de las encías, el mismo está íntimamente ligado a la presencia de placa bacteriana y cálculos por combinación con el cambio hormonal propio del embarazo.

Al llegar a la menopausia, disminuye la cantidad de saliva en boca, lo cual dificulta el proceso de auto limpieza, siendo así más susceptible de padecer de caries y enfermedad periodontal, lo cual si no es atendido a tiempo trae como consecuencia la perdida de piezas dentarias.

Por otro lado es mayor el porcentaje de mujeres que padecen la enfermedad periodontal, en una etapa avanzada, periodontitis, que afecta al tejido óseo; razón por la cual al realizarse un implante dental en ocasiones la mujer necesita acondicionar el hueso del área.

Actualmente las mujeres reciben una mayor carga de factores estresantes: su incorporación al mundo laboral ocupando posiciones de igual demanda que el hombre, el hecho de competir y convivir en una sociedad aun con rasgos machistas, la carga de la faena diaria del hogar, las responsabilidades maternas, entre otras, agobian el día a día ocasionándoles problemas de oclusión por el hábito del bruxismo.

Esto acarrea dolor en la articulación temporomandibular, piezas dentarias, oído y cabeza, desgastes de las superficies dentarias e incluso fracturas y pérdida de dientes.

Estructura. Las piezas dentarias de las mujeres son más pequeñas que las de los hombres, por lo tanto, ante caries y/o fracturas, la pulpa es afectada con mayor facilidad, complicándose así el tratamiento a seguir; lo que hace que en ocasiones sea necesaria la endodoncia para poder salvar el diente.

Sin embargo un factor muy positivo a favor de las mujeres es el mencionado al inicio de este artículo, su disciplina en seguir las instrucciones de su odontólogo y llevar una sana alimentación, elementos que son la base de la prevención.

Mujer, familia y salud oral.
Lunes, 25 Febrero 2019

Estudios realizados en marzo del año pasado, por una universidad latinoamericana, arrojaron que en nuestra región aproximadamente el 50% de los hogares de clase media y alta las mujeres son “jefas de familia “.
Manejar un hogar implica asumir la responsabilidad en diversos aspectos de la vida diaria. La salud es uno de ellos y quizás el más importante. En nuestro país el costo de estos servicios es alto, por lo tanto un punto a tomar en cuenta por la mujer es tener un seguro médico que le respalde ante cualquier eventualidad y en prevención. El plan básico de la seguridad social dominicano, brinda cobertura de un 80% en odontología.
Las áreas que cubre son: diagnóstico, radiología, cirugía dental, odontopediatra y periodoncia.

La condición de salud oral influye de manera significativa en la salud física y mental del individuo. La misma no solo está íntimamente ligada a enfermedades congénitas, agudas y crónicas, sino que afecta el desarrollo emocional del ser humano. Es común la burla entre niños por la ausencia de piezas dentarias, apiñamientos, dientes con cambios de coloración; ver adultos ser rechazados por el mal aliento, evitar sonreír por temor a mostrar los dientes.

Prevención. Juega un papel estelar en la mayoría de estas situaciones; siendo la mujer en un alto porcentaje de los hogares la jefa de familia, es de mucha utilidad tener presente las siguientes recomendaciones con relación a la salud oral de ella y su familia.
1.- Reconocer que prevenir es más fácil, sencillo y económico que curar. Consulta la cobertura dental de tu seguro médico. 2.- Visitar al odontólogo cada seis meses o como él le recomiende. Un diagnóstico y plan de tratamiento puede variar desfavorablemente en picos meses. 3.- Dar continuidad a los tratamientos dentales iniciados y seguir las instrucciones del profesional de la salud oral. Este hecho garantiza en gran medida el éxito de los mismos.

4.- Alimentación balanceada, evitando los alimentos azucarados y pegajosos. 5.- No al alcohol y tabaco, estos son hábitos dañinos que afectan la salud oral y general.
6.- Higiene oral adecuada. La cual debe realizarse por lo menos después de cada comida y antes de acostarte. Que incluya cepillado, uso de hilo y enjuague oral.

7.- En caso de infantes y niños no agregarle azúcar al último biberón de la noche, es una excelente medida para prevenir la caries de biberón. 8.- Evitar dietas a base de cítricos. Todo plan dietético es preferible que esté supervisado por un especialista en el área.

9.-Agendar una cita con el dentista ante el primer signo síntoma; cambios de color en las encías, mal aliento, dolor mandíbulas, sangrado al cepillarse, recambio dental tardío, entre otros.

10.- Expréserle a su dentista todas sus dudas e inquietudes; su dentista debe ser de su confianza, profesionalmente hablando.

Generalmente las mujeres cometen el error de postergar el cuidado de su salud, priorizando al resto de la familia, desconociendo, quizás, que por los fuertes y continuos cambios hormonales que sufre durante toda su vida es más vulnerable a las enfermedades orales.
La pubertad, adolescencia, período menstrual, embarazo, menopausia y post menopausia están marcada por fuertes cambios hormonales los cuales predisponen a padecer de caries y enfermedad periodontal.
Mujer siendo marzo el mes dedicado a ti, regálate la oportunidad de disfrutar de tu salud oral y de una hermosa sonrisa.

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